Durante años, hablar valenciano fuera del ámbito familiar o rural se consideraba poco útil o incluso fuera de lugar. En muchas casas, el idioma se mantuvo en un segundo plano, reducido a las conversaciones con los abuelos o a frases sueltas que se colaban en la rutina sin que nadie les prestara mucha atención. Pero lo que no se habla, también se va perdiendo. Poco a poco, el valenciano dejó de usarse en algunos entornos, incluso por quienes lo entendían perfectamente. No por rechazo, sino por desuso.

En los últimos años, sin embargo, algo ha cambiado. Aprender valenciano ha dejado de ser una obligación escolar o un requisito administrativo para convertirse en una elección consciente. Ya no solo se aprende para aprobar una oposición o sumar puntos en un concurso público, sino porque muchas personas, jóvenes y no tan jóvenes, han empezado a notar ese vacío raro de no poder expresarse en la lengua que hablaban sus padres o sus abuelos. O simplemente porque sienten que no pueden decir ciertas cosas con el mismo matiz si no es en valenciano.

Volver a empezar desde el sofá

Aquí es donde entra el formato que más ha crecido: el curso de Valencià online. Sin necesidad de desplazamientos, horarios rígidos ni aulas llenas, estudiar valenciano desde casa se ha convertido en una opción real para quienes quieren recuperar esa conexión con su lengua sin sacrificar tiempo ni comodidad. Estos cursos permiten avanzar a tu ritmo, desde el nivel que quieras y sin sentirte fuera de lugar por empezar de cero. No hay presión ni miradas ajenas, solo tú y el idioma.

Para muchos, esta forma de aprender tiene un valor especial. Es como recuperar una parte de su historia sin tener que dar explicaciones. Puedes estudiar a las diez de la noche o a las seis de la mañana, repetir las lecciones tantas veces como necesites o saltarte lo que ya sabes. Y si un día no tienes ganas, no pasa nada. No hay un profesor marcándote el ritmo. Solo tú decides hasta dónde llegar.

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La paradoja de hablar sin hablarlo

Lo curioso es que muchas personas entienden valenciano perfectamente, pero nunca se han atrevido a hablarlo. Por vergüenza, por falta de costumbre o porque en su entorno nadie lo usaba. Les pasa como con una canción que saben tararear pero no cantar completa. Saben lo que quieren decir, pero no encuentran las palabras. Aprender ahora no es empezar desde cero, sino poner en orden algo que siempre estuvo desordenado. Y eso, aunque no lo parezca, cuesta más que aprender algo nuevo desde el principio.

Aun así, cuando por fin se atreven, cuando empiezan a escribir mensajes, a hablar con conocidos o incluso a pensar en valenciano, algo cambia. Ya no lo ven como una lengua extraña o lejana, sino como algo propio que habían apartado sin querer. Un idioma no se pierde si se vuelve a usar, aunque sea con errores. Aunque se mezcle con el castellano. Aunque al principio suene raro.

Reconciliarse con lo que nunca se fue

Lo que proponen muchos de estos cursos no es solo enseñar gramática o vocabulario, sino ofrecer una forma amable de reconciliarse con el idioma. Y eso es especialmente útil para quienes crecieron sintiendo que el valenciano no era para ellos, o que no lo hablaban «bien». Con un curso online se quita de en medio ese miedo a equivocarse, a ser corregido o a parecer impostor. Aquí no se trata de hablar perfecto, sino de hablar.

Además, estudiar en línea tiene una ventaja evidente: la posibilidad de elegir. Hay cursos centrados en la práctica oral, otros más enfocados en la comprensión escrita, y hasta programas que mezclan ambos con ejercicios reales sacados de la vida cotidiana. No son clases abstractas ni llenas de tecnicismos. Son lecciones pensadas para que puedas aplicar lo aprendido de inmediato, ya sea en el trabajo, con la familia o en redes sociales.

No hace falta una excusa para aprender

No hace falta ser funcionario, opositor o estudiante para decidir aprender valenciano. No hay que justificarlo. Basta con querer hacerlo. Y el acceso cada vez más amplio a cursos online ha democratizado este proceso. Hoy, cualquier persona con una conexión a internet y un poco de tiempo puede empezar a estudiar sin depender de horarios imposibles ni desplazamientos incómodos.

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El auge de los cursos de Valencià online ha permitido, además, que no tengas que adaptarte tú a los cursos, sino que sea el aprendizaje el que se adapte a ti. Desde niveles iniciales para quienes apenas recuerdan nada, hasta niveles avanzados para quienes quieren perfeccionar su expresión y ampliar su vocabulario. No es una moda, es una manera diferente de entender el aprendizaje.

Y tal vez esa sea la parte más valiosa: poder retomar el valenciano desde donde lo dejaste, sin presiones ni vergüenzas. Como reencontrarte con un viejo amigo que no te pregunta por qué tardaste tanto en volver.

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